El Pabellón de México era uno de mis favoritos, no en vano es este país uno de mis grandes sueños en materia de viajes.
Este pabellón era (y es) espectacular, con aquella X enorme a la entrada flanqueada por las cabezas Olmecas, o el pasillo de las mariposas monarcas. Pero lo que más me gustaba era la azotea con las pirámides Mayas en miniatura.
Fui en un par de ocasiones y compré en su tienda. Aún conservo la bolsita que allí me dieron. ¡Viva México!