En el Pabellón de Arabia Saudí había una sección que tenía arena traida directamente de su desierto. Este pabellón era uno de mis favoritos por lo que iba muy a menudo, así que un día pedí permiso para llenar este botecito de pintura de uñas con dicha arena. Los trabajadores del pabellón, amablemente me dieron permiso. Aún la conservo.
Interessant!
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