Así es; el pasado mes de junio, Juan Pons, creativo de gute Laune y yo, Consuelo Belmonte, fundadora del Museo de la EXPO 92, nos trasladamos hasta el Pabellón de la Navegación para visitar, por fin, la Exposición del 25 aniversario de la EXPO 92.
Estábamos muy excitados ya que llevábamos tiempo preparando dicha visita. La excitación aumentaba cada vez que veíamos alguna foto que se publicaba en algún medio o red social. Dichas fotos mostraban una serie de elementos que a mí personalmente, me retrotraían a un pasado que nunca dejó de ser presente.
Hicimos miles de fotos de todo lo que allí se expone y las iremos publicando poco a poco por «temáticas». La primera de ellas la he titulado «exteriores». Y es que cuando llegué al Pabellón de la Navegación bajo un sol de justicia, el pasado 23 de junio de 2017, millones de imágenes abordaron mi mente, como las inmensas colas de impacientes espectadores del Pabellón; mis amigos y compañeros azafatos/as de Navegación; las falditas que llevaban ellas: blancas con «lunares» globitos de la EXPO; el sonido del agua de la Fuente Triana; las risas nerviosas de la gente entrando al recinto; el maravilloso y único olor a Agua de Sevilla que provenía de las pérgolas; la música de fondo del hilo musical; el ruido de mis tacones al acercarme al Pabellón (nunca unos tacones han sonado con tanto garbo)…. . Faltaba mi estafeta. Lamentablemente fue uno de los edificios efímeros y ya no está, pero en mi recuerdo sigue muy viva.
Fuimos fotografiando cada rincón tanto Juan como yo: los carteles de entrada, las tarifas y precios de las exposiciones, las escaleras de Navegación; el río…¡ay el río!…etc. He hecho una selección de todas las fotos para no hacerlo pesado. Aquí las tenéis.
No quiero terminar esta primera entrega sin darle un enorme GRACIAS a todos aquellos que han hecho posible esta exposición. Creo que el trabajo que han realizado y que siguen haciendo es más que encomiable. La exposición es absolutamente fantástica, amplia, bien estructurada y dirigida, con contenidos muy diversos que hacen que el profano pueda tener una aproximación a lo que fue «lo mejor del mundo». También es remarcable el parecido más que «casual» a las muchas exposiciones que se podían ver en la EXPO dentro de Pabellones como el mismo de Navegación y me refiero concretamente al «viaje» que se puede realizar desde que entras hasta que sales. Y no podemos olvidar las proyecciones, destacando, sin lugar a dudas, el Espectáculo del Lago, donde volvía a llorar como una niña. Sólo un pero: el aire acondicionado no funcionaba…. 😉
Quisiera aprovechar este escaparate para reconocer públicamente el trabajo de los compañeros de la Asociación Legado EXPO, de la cual tengo el inmenso honor y orgullo de formar parte. La exposición que habéis hecho es digna de la exposición a la que hace referencia. Me quito el sombrero ante todos.
Me dáis mucha envidia, ya que la lejanía me impide estar ahí echando una mano, pero estoy en espíritu. Sabéis que podéis contar conmigo cuando lo necesitéis. Una vez más GRACIAS.
También quería agradecer a Rafa que me atendió amablemente en la exposición. No pudimos hacernos la foto, pero todo se andará.
En próximas entregas iré colocando más fotos de mi viaje por el 25 aniversario de la EXPO92.